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Literatura de la Edad Media

Lírica tradicional

 

La edad media

Periodo histórico que se extiende desde la desaparición del imperio Romano de Occidente (476) hasta el descubrimiento de América (1492).

Presencia árabe entre los años 711 y 1492. Solo quedaron algunos enclaves cristianos en el norte peninsular, se llevó a cabo un lento proceso de recuperación del territorio.

La reconquista concluyó en 1492.

La religión impregna todos los órdenes y se convierte en fuente de inspiración del arte y la literatura.

Hubieron numerosos enfrentamientos bélicos. La figura del héroe, que condensaba en su persona el valor, la honestidad y la religiosidad, se convirtió en elemento clave de la literatura medieval.

Desde el punto de vista de la literatura, se suele dividir la Edad Media en dos periodos:

-          Literatura medieval: abarca desde el s.X, época en la que surgen las primeras manifestaciones literarias en castellano, hasta finales del s. XIV.

-          Literatura prerrenacentista: comprende el siglo. XV y es resultado de la evolución de la sociedad, que, con el afianzamiento de la burguesía, lleva aparejada una nueva  mentalidad.

 

La literatura medieval características

-          Transmisión oral: generalmente se transmitía de manera oral, por medio del canto o la recitación, lo que explica que sean pocas las obras que han llegado a nosotros en copias escritas.

-          Carácter anónimo: la mayoría de las obras medievales son anónimas.

-          Didactismo: las obras tienen una función didáctica: transmiten los valores cristianos y ofrecen modelos de comportamiento.

 

La lírica tradicional

Las primeras manifestaciones de la lírica medieval son cancioncillas que el pueblo cantaba con ocasión de las festividades o celebraciones y para acompañar sus tareas diarias. Los testimonios escritos son muy escasos, dado que se transmitían oralmente de generación en generación. Las formas más conocidas de estas canciones son las jarchas y las cantigas de amigo, que guardan entre sí una gran similitud temática y formal.

 

 

Las jarchas

Escritas en los siglos X y XI en mozárabe-la lengua romance de los cristianos que vivían en territorio árabe-, son breves composiciones líricas, de dos, tres o cuatro versos, que los poetas árabes y judíos peninsulares incluían al final de poemas escritos en árabe o en hebreo. El tema de las jarchas es el lamento de una mujer por la ausencia de su amado.

 

Ejemplo:

¡Tanto amare, tanto amare,

habib, tanto amare!

Enfermaron olios nidios

e dolen tan male.

(versión original)

 

¡Tanto amar, tanto amar,

Amado, tanto amar!

Enfermaron mis ojos brillantes

Y duelen tanto.

(versión modernizada de Margit Frenk Alatorre)                   

 

Cantigas de amigo

Los poetas gallego-portugueses de los siglos XIII y XIV recogieron en sus cancioneros las cantigas de amigo, canciones populares en las que, como en las jarchas, una mujer expresa el lamento por la ausencia del ser amado. Las cantigas se caracterizan por el paralelismo de sus versos.

 

Ondas do mar de Vigo,

se vistes meu amigo?

E ai Deus, se verrá cedo!

 

 

 

Ondas do mar levado,

Se vistes meu amado?

E ai Deus, se verrá cedo!

 

Se vistes meu amigo,

 por que eu sospiro?

E ai Deus, se verrá cedo!

 

Se vistes meu amado,

por  que ei gran cuidado?

E ai Deus, se verra cedo!         

 

Villancicos: en la zona castellana, los más antiguos que ser conservan por escrito a finales del siglo XV. Estribillo y glosa (estrofa)

Danzas , baladas y albas: en la zona de Cataluña, similares a los villancicos. Fuerte influjo provenzal.

 

 

TEXTOS DE LA EDAD MEDIA

 

Lírica tradicional

 

Enviárame mi madre

enviárame mi madre,

por el agua a la fuente fría,

vengo del amor herida.

 

Fui por el agua a tal sazón

que corrió mi triste hado

traigo el cántaro quebrado

y partido el corazón:

de dolor y gran pasión

vengo despavorida

y vengo del amor herida.

 

Dejo el cántaro quebrado,

vengo sin agua corrida:

mi literbat es perdida

y el corazón cautivado.

¡Ay, qué caro me ha costado

del agua de la fuente fría,

pues que de amores vengo herida!

                                                  Anónimo

Sazón: momento, circunstancia

Hado: suerte

Levantou-s’a velida

Versión original

Levantou-s’a velida,

Levantou-s’alva;

E vai levar camisas

         eno alto:

Vai-las lavar alva.

 

Levantou-s’a louçana,

levantou-s’alva;

e vai levar delgadas

         eno alto:

vai-las lavar alva.

 

Vai lavar camisas,

levantou-s’alva;

O vento lh’as desvia

eno alto:

vai-las lavar alva.

 

Vai lavar delgadas,

levantou-s’alva;

O vento lh’has desvia

eno alto:

vai-las lavar alva.

 

O vento lh’as desvia,

levantou-s’alba;

meteu-s’alva en ira

eno alto:

vai-las lavar alva.

 

O vento lh’as levava,

levantou-s’alva;

meteu-s’alva en sanha

eno alto:

vai-las lavar alva.

 

Versión modernizada

Se levantó la bella,

levantóse al alba;

  yllevó las camisas

en lo alto:

fue a lavarlas al alba.

 

Se levantó la lozana,

se levantó al alba;

y llevó las delgadas

en lo alto:

fue a lavarlas al alba.

 

Fue a lavar camisas,

se levantó al alba;

el viento las desvía

en lo alto:

fue a lavarlas al alba.

 

Fue a lavar delgadas,

se levantó al alba;

el viento las desvía

en lo alto:

fue a lavarlas al alba.

 

El viento las desvía,

se levantó al alba;

metióse el alba en ira,

en lo alto:

fue a lavarlas al alba.

 

El viento las llevaba,

se levantó al alba;

metióse el alba en saña

en lo alto:

fue a lavarlas al alba.

 

                                    Anónimo

 

 

Actividades                                                       

 

1. ¿Quién es el protagonista, un hombre  o una mujer? Explica qué elementos apoyan tu afirmación.

2. ¿Qué indicios permiten saber que se produce un encuentro amoroso?

3. Di qué actividad doméstica aparece en el poema.

4. ¿Qué elementos sugieren una dimensión simbólica en la referencia al agua?

5. ¿Cómo definirías el sentimiento amoroso tal como se dibuja en el poema?

6. Observa que la figura del hombre está ausente en ambos poemas. ¿Qué efectos produce este hecho en la lectura?

7. Señala los recursos empleados en ambos poemas para expresar el sentimiento (exclamaciones, adjetivación, construcciones sintácticas, repeticiones, etc.)

8. Analiza la estructura del primer poema:


¿Qué versos componen la cabeza o villancico? ¿Y el estribillo?

¿Cuál es la rima? ¿Qué relación hay entre la rima y la del estribillo?

¿Cómo se llama este tipo de poema?

 

9. El segundo poema es una cantiga gallego-portuguesa. Su rasgo formal más característico es el paralelismo. Observa qué partes se repiten en los versos paralelos y qué palabras varían.

¿Cuál es el efecto de la repetición? ¿Y de las variaciones?

 

 

 

 

CANTARES DE GESTA

 

Hacia el siglo XII aparecen los cantares de gesta, un tipo de poemas narrativos en los que se relatan las hazañas bélicas de un héroe. Los cantares de gesta eran recitados por los juglares, que recorrían los pueblos entreteniendo al público con sus  poemas. Por eso, esta corriente literaria recibe el nombre de mester de juglaría (oficio de juglares). El principal cantar de la literatura castellana es el Poema de mio Cid.

Los cantares de gesta se caracterizan por dos rasgos:

-El realismo: los hechos se desarrollan en escenarios concretos y se narran  de forma realista.

- La irregularidad métrica. El poema está escrito en versos de diferente medida que se agrupan en series o tiradas con la misma rima asonante. Ejemplo.

 

El campeador salió de la celada,

a Castejón atacaba sin falta.

Moros y moras obtenían de ganancia,

Y los ganados, cuantos en derredor andan.       

  

   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Poesía épica

El Cid
El Cid

 

 

Se define como una narración heroica en verso. En la Edad Media, la guerra formaba parte de la realidad diaria.

La curiosidad por conocer los hechos gloriosos de la historia colectiva explican el nacimiento de las epopeyas o relatos épicos.

Aunque la épica tiene su punto de partida en los sucesos históricos, debe ser considerada ante todo literatura.

Los hechos narrados podían ser históricos, pero estaban contados con una intención artística. Otras motivaciones que dieron lugar a la deformación de la realidad histórica de los hechos narrados fueron el olvido o deconocimiento d eesa realidad y el afán propagandístico.

Los poemas épicos eran recitados o cantados por los juglares acompañados de una melodía semitonada. En ellos se exaltaban las hazañas de un héroe en el que la colectividad veía representadas las virtudes de un pueblo o de la época; de ahí que los poemas épicos reciban el nombre de cantares de gesta (del latín gestae, hecho, hazañas)

En las sagas germánicas, pertenecientes también al género épico, se conserva el vago recuerdo de ciertos sucesos históricos, que se entremezclan con historias fabulosas y mágicas de claro origen folclórico.

El cantar de gesta inglés más importante es el Beowulf, que cuenta las aventuras fabulosas de este héroe. En alemán sobresale el Cantar  de los Nibelungos, que ha inspirado a multitud de artistas hasta nuestros días. Son especialmente famosas las óperas del músico romántico Richard Wagner (siglo XIX) Lohengrin, Las walkirias y El anillo de los Nibelungos.

 

Los cantares de gesta perdidos

 

Frente a lo que ocurre en otros lugares, como en Francia, donde la épica ha dejado un importante número de obras, en Castilla tan sólo contamos con tres cantares de gesta:

a) un fragmento de unos mil versos del Cantar de Roncesvalles (códice del siglo XIII), un poema tardío y muy defectuoso que versa sobra las Mocedades de Rodrigo (siglo XIV) y el Cantar de mio Cid.

b) En Francia: la Chanson de Roland es sólo el cantar más destacado del más de un centenar de relatos épicos que se conocen. En él se cuenta la derrota de Roncesvalles y la desastrosa muerte de Roldán, traicionado por Ganelón. El relato se sitúa en época de Carlomagno (s. VIII), pero la copia más antigua conservada es del s. XII.

c) Cantar de mio Cid.

 

Narra las hazañas Don Rodrigo Díaz de Vivar, pesonaje histórico que murió en 1099. El códice  o manuscrito en que  fue copiado pertenece al siglo XIV. La fecha de composición ha sido polémica. Se considera que fue escrito a prinicipio del s. XIII.

El autor es anónimo.

Consta de 3700 versos, con una breve laguna al comienzo, y está compuesto en métrica irregular, oscilan alrededor de las 16 sílabas.

Rima asonante y los versos se agrupan en tiradas (versos que riman entre sí). La extensión de las tiradas es variable.

 La presencia de fórmulas fijas. En el poema se repiten ciertas expresiones –fórmulas- que probablemente servían al juglar para memorizar el texto.  Estas fórmulas podían apelar al público (allí vierais), indicar acciones (poniendo a la espada mano) o aludir a los personajes (el que en buen hora ciñó espada). En este último caso reciben el nombre de epítetos épicos.

 

  http://www.cervantesvirtual.com/bib_obra/Cid/index.shtml

 

El cantar está formado por tres partes o cantares:

 

Cantar del destierro

 

El Cid es expulsado por el rey Alfonso VI de Castilla, se ve obligado a  abandonar sus tierras. Tras atravesar Burgos, deja a su mujer, Jimena, y a sus hijas Doña Elvira y Doña Sol, en el monasterio de San Pedro de Cardeña. Se marcha hacia tierra de moros. Allí emprende diversas correrías que le proporcionan pingües beneficios a él y a sus mesnadas Rodrigo Díaz no se olvida del rey, al que va arrancando su perdón poco  a poco con regalos que le envía cada vez que consigue una victoria.

 

 

 

El cantar de las bodas

Se inicia la reconciliación con el monarca castellano, quien permite que la familia del Cid se reúna con él en Valencia, cuya conquista marca el clímax bélico del poema. El rey concierta las bodas de doña Elvira y doña Sol, las hijas del Cid, con los infantes de Carrión poderosos nobles castellanos, que sólo buscan hacerse con su riqueza. Aunque el Cid recela de este matrimonio, no tiene más remedio que aceptarlo para dar gusto al rey.

 

El Cantar de la afrenta de Corpes

Narra diversos episodios en los que se muestra la cobardía y avaricia de los infantes de Carrión.   Para evitar las burlas los infantes deciden abandonar Valencia con sus mujeres marchando a sus tierras. Con la intención de vengarse del ridículo sufrido, se detienen en un bosque del camino, azotan a sus mujeres y las abandonan allí. El Cid pide justicia  al rey. Éste convoca unas cortes de Toledo donde se juzga y se condena a los infantes, quienes finalmente son derrotados en duelo.

El Cantar concluye con la exaltación del linaje del héroe y con el anuncio de unas nuevas bodas de doña Elvira y doña Sol con los hijos de los reyes de Aragón y Navarra.

 

Tema y estructura

 

La recuperación del honor del protagonista. El destierro supone la pérdida del honor público que  Rodrigo recupera mediante la conquista de Valencia, con lo que el héore consigue el perdón real. Una vez en la cima de su poder político, la humillación y abandono de sus hijas le lleva a perder su honor privado, que restaura con creces cuando se anuncia la boda de sus hijas con hijos de reyes.

 

Hay presencia de humor en algunos episodios, como la burla de los judíos Rachel y Vidas o el ayuno del conde de Barcelona, relajan la tensión dramática.

La mesura también es un rasgo compositivo. Se aprecia en que el número de contendientes y muertos en las batallas son siempre verosímiles y tampoco las ganancias del Cid son exageradas.

 

La confianza del protagonista en que al final recobrará su honra confiere un dinamismo optimista al desarrollo del argumento. Incluso en los momentos más patéticos, como en la salida de Burgos, se afirma el triunfo final:

 

                                                 Aun todos estos duelos     en gozo se tornarán

 

 

Cantar del destierro

 

Inclinó las manos la barba florida,

a sus hijas en brazos las cogía,

acercolas al corazón, pues mucho las quería.

Llora de los ojos, muy fuertemente suspira:

<<Ya doña Jimena, ya mis mujer tan cumplida,

como a mi propia alma yo tanto os quería.

Ya lo veis, que nos separaremos en vida,

yo me iré y vos quedaréis recogida.

Quiéranlo Dios y Santa María

que aún con mis manos case a estas hijas mías,

o denme ventura y algunos días de vida

y vos, mujer honrada, por mí seáis servida.>>

 

Cantar de las bodas

 

Al fin de la carrera, mio Cid descabalgaba,

Se dirigió a su mujer y a sus hijas ambas;

cuando lo vio doña Jimena a sus pies se le echaba.

<<Merce, Campeador, en buena hora ceñisteis espada,

ya me habéis sacado de muchas vergüenzas malas,

heme aquí, señor, yo y vuestras hijas, ambas,

con Dios y con vos buenas están y criadas.>>

A la madre y las hijas bien las abrazaba,

del gozo que tenían de sus ojos lloraban.

Todos sus mesnadas en gran deleite estaban,

Armas tenías y tablados quebrantaban.

Oíd lo que dijo el que en buen hora fue criado:

<<Vos, doña Jimena, mujer querida y honrada,

y mis dos hijas, mi corazón y mi alma,

entrad conmigo en Valencia la casa,

en esta heredad que por mí tenéis ganada.>>

Madre e hijas las manos le besaban.

Con tan gran honra ellas en Valencia entraban.

 

Mesnadas: tropas

Tablados quebrantaban: alunde a unos ejercicios que consistían en derribar tablados de madera.

 

Cantar del destierro: La salida de Castilla

 

De los ojos tan                              fuertemientre llorando

tornava la cabeça                         e estávalos catando.

 

Vio puertas abiertas                   e uços sin cañados,

alcándaras vazías                         sin pieles e sin mantos

e sin falcones                                e sin azores mudados.

Sospiró mio Cid                             ca mucho avié grandes cuidados,

fabló mio Cid                                 bien e tan mesurado:

<<¡Grado a ti, Señor,                 Padre que estás en alto!

Esto me han vuelto                     mios enemigos malos.

 

 

Mio Cid Roy Díaz                          por Burgos entró,

en su compaña                             sesenta pendones,

exién  lo veer                                mugieres e varones,

burgueses e burguesas             por las finestras son,

plorando de los ojos,                 tanto avién el dolor,

de las sus bocas                            todos dizién una razon:

¡Dios que buen vasallo si oviesse buen señor!>>

 

Uços sin cañados: puertas sin candados

Alcándaras: perchas

Azores mudados: pájaros de presa que han mudado la pluma

Cuidados: preocupaciones

Grado a ti: gracias a ti

Pendones: banderas, se trata de una metonimia (la parte por el todo). Quiere decir que le acompañaban sesenta caballeros.

Exién lo ver: salían a verlo

Finestras: ventanas

Plorando: llorando

 

 

Cantar de las bodas: El Cid enseña Valencia a su familia

 

Adeliñó mio Çid     con ellas al alcáçar,

allá las subié      en el más alto logar.

Ojos vellidos     catan a todas partes,

miran Valençia,     cómmo jaze la çibdad,

e del otra parte     a ojo han el mar,

miran la huerta,     espessa es e grand,

alçan las manos     pora Dios rogar

d'esta ganançia,     cómmo es buena e grand.

Mio Çid e sus compañas       tan a grand sabor están.

El ivierno es exido,        que el março quiere entrar.

 

(Las tropas del rey de Marruecos ponen sitio a Valencia. Dice el Cid)

 

<<Venido me es delicio    de tierras el mar,

entraré en las armas     non lo podré dexar;

mis fijas e mi mugier     verme an lidiar,

en estas tierras agenas     veán las moradas cómo se fazen,

afarto verán por los ojos     cómo se gana el pan.>>

Su mugier e sus fijas,      subiólas al alcázar,

Alçavan los ojos,      tiendas vieron fincar:

<<¿Qué es esto, Cid,      así el Criador os salve?>>

<<Ya mugier, ondrada,      non ayades pesar!

Riqueza que nos acrece     maravillosa e grand;

ha poco que vinistes,     presente os quieren dar,

por casar son vuestras hijas      adúzenvos axuvar.

 

Adeliñó: se dirigió

Vellidos: hermosos

Catan: miran

Delicio: deleite, alegría

Allende el mar: al otro lado del mar

Moradas: casas. El verbo quiere decir que verán cómo viven los moros porque están plantando las tiendas frente a Valencia.

Afarto: sobradamente

Ondrada: honrada.

Adúzenvos axuvar: os traen el ajuar. Rodrigo le dice a su mujer que no se asuste porque, como ganará la batalla, todo lo que han traído los marroquíes será suyo y con ello harán el ajuar para sus hijas.

 

Cantar de la afrenta de Corpes: Las hijas del Cid son humilladas y abandonadas

 

Entrados son los ifantes al Robredo de Corpes

Lo montes son altos, las ramas pujan con las nues*;

Y las bestias fieras que andan alrededor.

 Hallaron un vergel con una limpia fuente;*

Mandan hincar la tienda los infantes de Carrión;

Con cuantos ellos traen, allí yacen esa noche;

Con sus mujeres en brazos demuéstranles amor.

¡Mal se lo cumplieron cuando salía el sol!

 Mandaron cargar las acémilas con haberes de valor;

Han recogido la tienda donde albergaron de noche;

Adelante eran idos los de criazón*;

Así lo mandaron los infantes de Carrión:

Que no quedase allí ninguno, mujer ni varón,

 Sino ambas sus mujeres, doña Elvira y doña Sol:

Solazarse quieren con ellas a todo su sabor.

Todos eran idos, ellos cuatro solos son.

Tanto mal urdieron los infantes de Carrión:

Creedlo bien, doña Elvira y doña Sol,

 Aquí seréis escarnecidas en estos fieros montes.

Hoy nos partiremos y dejadas seréis de nos;

No tendréis parte en tierras de Carrión.

Irán estos mandados al Cid Campeador;

Nos vengaremos en ésta por la del león.

Allí les quitan los mantos y los pellizones*;

Déjanlas en cuerpo y en camisas y en ciclatones*.

¡Espuelas tienen calzadas los malos traidores!

En mano prenden las cinchas resistentes y fuertes.

Cuando esto vieron las dueñas, hablaba doña Sol:

¡Por Dios os rogamos, don Diego y don Fernando, nos!*

Dos espadas tenéis tajadoras y fuertes;

A la una dicen Colada y a la otra Tizón;

Cortadnos las cabezas, mártires seremos nos.

Moros y cristianos* hablarán de esta razón;

Que, por lo que nos merecemos, no lo recibimos nos;

Tan malos ejemplos no hagáis sobre nos.

Si nos fuéremos majadas, os deshonraréis vos;

Os lo retraerán en vistas o en cortes.*

 

Lo que ruegan las dueñas no les ha ningún pro.*

 Ya les empiezan a dar los infantes de Carrión;

Con las cinchas corredizas, májanlas tan sin sabor;

Con las espuelas agudas, donde ellas han mal sabor,

Rompían las camisas y las carnes a ellas ambas a dos;

Limpia salía la sangre sobre los ciclatones.

 

Los de criazón: los criados, es decir, todos se marcharon menos los infantes y las hijas del Cid.

Deportarse con ellas quieren a todo su sabor: quieren solazarse a gusto. Se insinúa aquí que les van a hacer el amor.

Comidieron: planearon

Tuellen los mantos e los pelliçones: les quitan los mantos o capas y el traje.

Páranlas en cuerpos e en camisas e ciclatones: las dejan en ropa interior, o sea, con la camisa, una especie de enagua, y el ciclatón, una sobre enagua.

 

ACTIVIDADES

1. Redacta en prosa uno de los fragmentos del Cantar.

2. El fragmento sobre la salida de Castilla pertenece al comienzo del Cantar de mio Cid.

- ¿Cómo es la escena que se narra: alegre, dramática, melancólica?

- ¿Cómo se consigue transmitir ese sentimiento?

3. Hasta ahora Rodrigo Díaz había aparecido como un hombre comedido y prudente. ¿Cómo calificarías su afirmación de que los moros le traen el ajuar para sus hijas?

4. La afrenta de Corpes es, junto con la visión de Valencia desde la torre, uno de los pocos episodios del Cantar donde se nos muestra el paisaje. Describe cómo es ese paisaje y qué relación guarda con el comportamiento de los personajes.

5. La épica se caracteriza por el  empleo de adjetivos, llamados epítetos épicos y de frases que sirven para identificar a los personajes. Escribe algunos ejemplos.

6. Los fragmentos del Cantar del destierro y de las bodas muestran diferentes facetas de la personalidad del Cid. Haz una descripción completa del personaje.

7. Explica cómo actúan los infantes en el Cantar de la afrenta de Corpes y describe la psicología de estos personajes.

8. Realiza un análisis de la métrica: cuentas las sílabas del fragmento del Cantar de las bodas y comprueba que no todos los versos son de igual longitud.

 

 

EL ROMANCERO

El Romancero
El Romancero

 

 

La épica entra en decadencia en el siglo XIV. Por esas mismas fechas surgen los primeros testimonios indirectos sobre la difusión de los romances, poemas de naturaleza narrativa que según el marqués de Santillana (siglo XV) gustaban de cantar las gentes de baja y servil condición. Se trataba, pues, de un género popular que discurría por cauces orales, al margen de la literatura culta. Al igual que en el caso de la lírica tradicional, se pueden encontrar paralelos en las literaturas de otras naciones.

Se sabe que en el siglo XII ya se cantaban baladas, nombre que recibe el equivalente de los romances, en los países germánicos y anglosajones. En algunas de estas baladas se narran historias que coinciden con ciertos romances novelescos españoles, como Espinelo, La difunta pleiteada y La dama y el pastor.

 

Como sucede con todos los géneros orales, resulta imposible fijar con exactitud cuándo aparecen los primeros romances. La copia más antigua es de 1421, año en que un estudiante mallorquín utilizó el espacio en blanco de una carpeta para apuntar un romance. A finales del siglo XV los poetas cultos empezaron a interesarse por estos poemas, que fueron incorporados a los cancioneros musicales, repertorios poéticos para ser cantados en la corte. Como ya dijimos antes, en los siglos XVI y XVII se imprimieron varias colecciones de romances y los grandes poetas de los Siglos de Oro compusieron otros nuevos imitando el estilo tradicional.

 

Al conjunto de romances se le conoce como romancero. Los textos más antiguos o que proceden de la tradición oral reciben el nombre de romancero viejo, mientras que los creados por autores conocidos se agrupan bajo la denominación de romancero nuevo artístico.

En la actualidad es posible reconstruir el modo de transmisión del romancero medieval gracias a la existencia de una tradición oral moderna. De la mayoría de los romances se conservan varias versiones. Cada versión se distingue de las otras en su mayor o menor extensión, en que hay cambios en los nombres de los personajes, en que se introducen o suprimen episodios, etc. También hay diferencias en la rima y en el lenguaje, que suele estar más o menos modernizado. Estos cambios o variantes se pueden deber al deseo de quien canta de reelaborar el romance, acomodándolo a una nueva circunstancia y época, o bien a simples fallos de memoria.

 

Características del romance

 

El romance es un poema de extensión variable compuesto de versos octosilábicos en el que riman los pares y quedan sueltos los impares.  La rima es generalmente asonante. Por su métrica, el romance se relaciona con el género épico, del que también procede la materia narrativa de un importante número de romances. Por esta razón, se ha pensado que los romances, en su origen, no eran sino fragmentos desgajados de poemas épicos más extensos.

Pero los romances se apartan de la epopeya por la importancia que adquiere en ellos la comunicación afectiva. El uso de procedimientos expresivos los acerca a la lírica tradicional. El romancero, por tanto, puede definirse como un genero épico-lírico.

La marca que distingue al romancero es, sobre todo, un estilo muy determinado que se caracteriza por su artificiosidad. Sus rasgos más sobresalientes son la esencialidad, el dramatismo y un determinado uso del lenguaje.

 

Esencialidad: como en la lírica tradicional, se elimina todo lo superfluo con el fin de conseguir la mayor concentración expresiva. Por este motivo, un número importante de romances narrativos cuentan sólo la escena o el episodio culminante de un relato más extenso. Esta característica se conoce como fragmentarismo.

Dramatismo: la intensidad afectiva se consigue mediante el empleo de recursos comunes a la lírica tradicional, como son las exclamaciones e interrogaciones. Junto a estos recursos, el romanero desarrolla nuevos recursos para dar dramatismo a la acción, entre los que destacan los siguientes:

 

- El diálogo

- La abundancia de repeticiones:

 

Abenámar, Abenámar

Fonte frida, fonte frida

 

- La actualización de la acción mediante el adverbio ya o el presente histórico:

 

Ya se salen de Castilla.

Amores trata Rodrigo.

 

- El traer los hechos ante los ojos del oyente mediante la utilización de expresiones que apelan a la vista y el oído:

 

Allí hablara el buen rey,

Bien oiréis lo que decía.

Hélo, hélo por do viene.

 

- Lenguaje: los romances comparten con la lírica una sintaxis sencilla, mientras adoptan de la épica el empleo de las fórmulas  y de   epítetos épicos:

Buen rey, el honrado caballero, la fardida lanza.

Además en el romancero destaca la presencia de un lenguaje arcaizante y el uso peculiar de los tiempos verbales, lo que le proporciona un tono inconfundible. Por ejemplo, la utilización anómala del imperfecto en lugar del presente introduce un efecto de irrealidad:

 

¿Qué castillos son aquéllos?

Altos son y relucían.

 

Entre los arcaísmos más habituales se encuentra el mantenimiento de la f- inicial y de la –e paragógica, así como el empleo de palabras inusuales en la época (non, yantar por “comer”, emperante por “emperador”, etc.) y de formas verbales obsoletas ya en el siglo XV (viéredes, fiz, etc.)

 

Clasificación de los romances

La variedad de temas a que da acogida el romancero es extraordinaria. Por su asunto, los romances se clasifican en noticieros, épicos y novelescos.

 

Noticieros: cuentan noticias históricas cercanas a la composición del romance. En el siglo XV se compusieron romances sobre las guerras civiles entre Pedro I el cruel y Enrique de Trastámara, y más tarde sobre la guerra de Granada.

Épicos o heroicos: recogen episodios relacionados con el Cid y otros héroes procedentes de la épica española y extranjera (Bernardo del Carpio, Roldán, Gaiferos, etc.)

Novelescos o juglarescos: entroncan con materia legendaria de difusión europea. Suelen narrar historias de amor y en ellos las mujeres tienen un protagonismo fundamental.

 

LA VIDA DE UN ROMANCE: EL PALMERO

En los tiempos que me vi

más alegre y placentero,

yo me partiera de Burgos

para ir a Valladolid.

Encontré con un palmero;

él me fabló y dijo así:

<<¿Dónde vas tú, desdichado,

dónde vas, triste de ti?

Oh persona desdichada,

¡mal punto te conoscí!

Muerta es tu enamorada,

muerta es, que yo la vi;

las andas en que la llevan

de negro las vi cobrir;

los responsos que le dizen

yo los ayudé a decir.

Siete condes la lloraban,

caballeros más de mil;

llorábanla sus doncellas,

llorando dicen así:

¡Triste de aquel caballero

que tal pérdida perdí!

 

                   Anónimo

 

palmero: peregrino a Tierra Santa, se les llamaba así porque llevaban una palma,  símbolo de Jerusalén.

 

UN ROMANCE ÉPICO: ROMANCE DE DOÑA ALDA

 

En París está doña Alda,

la esposa de don Roldán,

trescientas damas con ella

para la acompañar;

todas visten un vestido,

todas calzan un calzar,

todas comen a una mesa,

todas comían de un pan,

si no era doña Alda,

que era la mayoral.

Las ciento hilaban oro,

las ciento tejen cendal,

las ciento tañen instrumentos

para doña Alda holgar.

Al son de los instrumentos

doña Alda adormido se ha;

ensoñando había un sueño, 

un sueño de gran pesar.

Recordó despavorida

y con un pavor muy grande,

los gritos daba tan grandes,

que se oían en la ciudad.

Allí hablaron sus doncellas,

bien oiréis lo que dirán.

-¿Qué es aquesto, mi señora?

¿Quién es el que os hizo mal?

- Un sueño soñé, doncellas,

que me ha dado gran pesar.

que me veía en un monte

en un desierto lugar;

de so los montes muy altos

un azor vide volar,

tras del viene una aguililla

que lo ahínca muy mal.

El azor con grande cuita

metióse so mi brial;

el águila con grande ira

de allí lo iba a sacar;

con las uñas los despluma,

con el pico lo deshace.

Allí habló su camarera,

bien oiréis lo que dirá:

- Aquese sueño, señora,

bien os lo entiendo soltar:

el azor es vuestro esposo,

que viene de allén la mar;

el águila sodes vos,

con la cual ha de casar,

y aquel monte es la iglesia

adonde os han de velar

- Si así es, mi camarera,

bien te lo entiendo pagar.

Otro día de mañana

cartas de fuera le traen:

tintas venían de dentro

de fuera escritas con sangre,

que su Roldán era muerto

en la caza de Roncesvalles.

 

Anónimo

 

cendal: tela muy fina

holgar: divertir, entretener

recordó: despertó

so: debajo

azor: pájaro de rapiña

brial: falda

soltar: explicar

allén: allende, más allá de

sodes: sois

velar: poner el velo

 

Actividades

1. En el romance El palmero se describe con morosidad el entierro de la muerta.

¿Qué detalles se da del duelo?

¿Cuál es el efecto que se consigue con ese detallismo?

2. Hay una versión de este romance sobre la muerte de la reina doña Mercedes que comienza así:

¿Dónde vas, Alfonso XII?

¿Dónde vas triste de ti?

 

Escribe la continuación y compara las dos versiones.


*Los suaves

 

3. Escribe una historia en prosa sobre el romance El Palmero.

4. El Romance de doña Alda se encuadra dentro del grupo de los romances-escena. 

¿Quiénes son los personajes que hablan?

¿con qué fórmulas de actualización se introducen las partes del diálogo?

5. El sueño de doña Alda tiene un carácter simbólico. Explica su simbolismo y nombra otras composiciones que conozcas donde los pájaros estén asociados al amor.

6. Subraya todos los verbos cuyo tiempo verbal no corresponde a los usos habituales.

¿Cuál es el efecto que se consigue con esta desviación?

7. Fíjate en el comienzo del segundo romance. Señala las repeticiones y paralelismos y explica de qué modo sirven para poner de relieve la singularidad de doña Alda.

8. Subraya y explica los recursos expresivos más importantes del segundo romance. ¿cuáles son típicos de la épica y cuáles son propios de la lírica tradicional?

9. Copia el primer romance poniendo dos versos seguidos en la misma línea. ¿En qué se parece al Cantar de mio Cid?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La poesía culta en los siglos XIII y XIV

Mester de clerecía
Mester de clerecía

El siglo XIII y el renacimiento cultural

En el siglo XII se produce en toda Europa un resurgir cultural que cristaliza en la fundación de las primeras universidades en Italia, Francia e Inglaterra. El saber se extiende fuera de los monasterios y de las escuelas catedralicias y alcanza cada vez a grupos sociales más variados.

Las ciudades crecen, la economía y el comercio prosperan y con ellas se asiste a la incipiente formación de una nueva clase, la de los burgueses. La extensión de las comunicaciones y la apertura de nuevas rutas favorecen los viajes y el intercambio de ideas.

En España, la revitalización cultural no comienza a notarse hasta el siglo XIII, cuando la victoria de las Navas de Tolosa (1212) abre una etapa de estabilidad en la Reconquista. La influencia francesa se acentúa a través de las peregrinaciones a Santiago, con el asentamiento de mercaderes francos y con la introducción de la regla cluniacense. Por esta época se fundan las universidades de Palencia, Salamanca y Valladolid. Consecuencia de todo ello es el desarrollo de la lengua vernácula, de modo que el castellano adquirirá en este siglo rango de vehículo de cultura. 

 

Mester de clerecía y cuaderna vía

En esta época, con las universidades, la cultura libresca comienza a propagarse fuera de las bibliotecas monásticas. A ello contribuyeron de forma importante las obras romances compuestas por los clérigos.

Clérigo quería decir tanto sacerdote como hombre de letras. La clerecía era, por tanto, el conjunto de saberes propio de un hombre de letras, y su mester (del latín misterium 'oficio') consistía en difundir los conocimientos adquiridos a través de los textos latinos. Frente a los poemas juglarescos, inspirados en el folclore y en los sucesos épicos, caracterizados por la irregularidad silábica y la rima asonante, los poemas de la clerecía tenían un contenido didáctico, aunque no necesariamente religioso, y en ellos se hacía alarde de la habilidad técnica que exigía la cuaderna vía.

La cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo es la forma métrica elegida por los poetas cultos. Consiste en cuatro versos de catorce sílabas cada uno con una fuerte cesura o pausa en medio y rima consonante.

 

Mester traygo fermoso,     non es de joglaría,

mester es sen pecado       ca es de clerecía.

Fablar curso rimado          por la cuaderna vía

a sillabas cuntadas,          ca es grant maestría.

 

La licencia métrica más empleada era la dialefa, que consiste en romper un diptongo en dos sílabas. El empleo de la dialefa junto con el ritmo marcado y monótono de la estrofa obligaba a pronunciar cada verso (y cada palabra dentro del verso) de modo claro y preciso. La lectura pausada que exige la cuaderna vía está relacionada con el hecho de que esta poesía se componía para ser recitada, a diferencia de la poesía tradicional que era cantada o entonada con acompañamiento de una melodía musical, como ocurría con la épica o las canciones de amor.

Se conoce con el nombre de mester de clerecía a un conjunto de poemas narrativos de intención didáctica y carácter culto escritos en cuaderna vía y compuestos en los siglos XIII y XIV.

 

El mester de clerecía castellano nació posiblemente por la influencia francesa. Se cree que la universidad de Palencia debió ser el centro a partir del cual se difundiría la cultura procedente del aquel país, proceso en el que los peregrinos que recorrían el Camino de Santiago desempeñaron también un papel importante.

A pesar de las diferencias que hay entre la poesía juglaresca y el mester de clerecía, no debe entenderse que se trata de corrientes estancas. Para llegar al público iletrado, el mester de clerecía acude a los recursos típicos de la juglaría, como son las fórmulas y los epítetos épicos, las expresiones actualizadoras y la petición de una recompensa al final de la obra.

 


Monasterio de Yuso, San Millán de la Cogolla
Monasterio de Yuso, San Millán de la Cogolla

EL MESTER DE CLERECÍA EN EL SIGLO XIII

GONZALO DE BERCEO

 

Es el primer autor castellano conocido. Frente a la poesía tradicional, de carácter anónimo, Berceo nos refiere su nombre y algunos datos biográficos. Nacido en La Rioja, su vida transcurrió en esa zona, al servicio del monasterio de San Millán de la Cogolla, donde ejerció labores administrativas, pues no era monje sino clérigo secular.

Durante mucho tiempo se pensó que Berceo era un escritor ingenuo, que tan sólo pretendía promover el fervor religioso de la gente sencilla. También se creía que su cultura era muy reducida. Sin embargo, hoy sabemos que esa imagen no es cierta. Berceo es un poeta orgulloso de su arte, lo que le hizo renunciar al anonimato típico de la poesía juglaresca. Como notario que era, dominaba el latín y conocía las materias correspondientes al trivium (retórica, gramática, dialéctica).

En la rica biblioteca del monasterio, situado en la ruta jacobea, Berceo debió encontrar los textos latinos de los que toma la materia narrativa. La escritura deviene con el mester de clerecía en fuente de prestigio y Berceo apela a su autoridad para dar credibilidad a lo relatado:

 

Año e medio fue         en la ermitañía

Dizlo la escriptura,        ca ya non lo sabía:

cuando non lo leyese    decir non lo querría,

ca afirmar la dubda       gran pecad habría.

 

Al mismo tiempo que cumple una intención didáctica, Berceo quiso con sus obras dar fama y prestigio al monasterio convirtiéndolo en un centro de peregrinación. Por ello, casi todos los santos cuya vida relata estuvieron conectados con San Millán o sus cercanías. Berceo también aprovecha sus obras para pedir directamente al público que aporte limosnas para el sostenimiento material del monasterio:

 

Si estos votos fuesen    lealmente enviados,

estos santos preciosos      serién nuestros pagados,

avriémos pan e vino,     temporales e temprados,

non seriémos como somos            de tristicia menguados.   

 

Acorde con su propósito de poner al alcance de la gente los relatos hasta entonces inaccesibles, por encontrarse sólo en los textos escritos en latín, el autor adopta un lenguaje sencillo y se presenta como un juglar:

 

Quiero fer una prosa        en romance paladino

en cual suele el pueblo     fablar con so vecino:

ca non soy tan letrado      por hacer otro latino.

Bien valdrá, como creo,     un vaso de bon vino.

 

La aparente naturalidad del estilo oculta en realidad la introducción de numerosos vocablos cultos, pues a Berceo se debe que el castellano del siglo XIII incorporara a su léxico un gran número de latinismo, mayor incluso que el que introdujo Góngora, el poeta culterano del siglo XVII.

Los poemas más destacados de Berceo son los Milagros de Nuestra Señora y una serie de vidas de santos.

 

- Los Milagros son una colección de breves relatos en los que se narra cómo diversos personajes, todos ellos devotos de la Virgen, son salvados de caer en pecado o en desgracia gracias a una intervención sobrenatural. Muchos de los milagros tienen un origen folclórico y en no pocos de ellos se incluyen detalles cómicos. María aparece como un personaje cercano, que no duda en ayudar a la monja de un monasterio para que el obispo no se dé cuenta de que está embarazada o en acusar a un devoto feligrés de abandonarla para casarse con una mujer. La religiosidad que se desprende de estas historias, llena de rasgos emotivos y de sucesos con que la gente de a pie podía identificarse, queda lejos de la aridez teológica de los tratados latinos.

- Las vidas de santos o poemas hagiográficos más importantes son la Vida de San Millán, la Vida de Santo Domingo de Silos y la Vida de Santa Oria.

 

ACTIVIDADES

Vida de Santo Domingo de Silos, Gonzalo de Berceo

 

A Tal señor devemos           servir e aguardar, 

que sabe a sus siervos      de tal guisa honrar

non lo podrié nul omne      comedir nin asmar,

en cuál ganancia torna     a Dios servicio far.

 

Yo, Gonçalo por nomne,    clamado de Berceo,

e Sant Millán criado,   en la su merçed seo,

de fazer este trabajo   ovi muy grand deseo,

riendo gracias a Dios    cuando fecho lo veo.

 

Señor santo Domingo,   yo bien estoy creído,

por este poco servicio   que en él me he metido,

que fará a Don Cristo  por mí algún pedido:

que me salve el alma  cuando fuere transido.

 

Señores, non me puedo   así de vos quitar,

quiero por mi servicio   de vos algo llevar,

peron non vos querría   de mucho embargar,

ca diríedes que era     enojoso joglar.

 

En graçia vos lo pido,   que  por Dios lo fagades,

de seños Pater Nostres   que vos me acorrades,

tendréme por pagado   que bien me solladades,

en caridad vos ruego   que luego los digades.

 

señor: se refiere a Santo Domingo, cuya vida ha narrado en las estrofas precedentes.

nul omne: ningún hombre, nadie

comedir nin asmar: pensar ni evaluar, calcular

far: hacer

por nomne, clamado: llamado por nombre

seo: estoy, vivo

ovi: tuve

transido: muerto

seños: sendos

acorardes: socorréis, ayudéis

solladades: me paguéis con dinero

 

1. Señala aquellos versos en que se ensalza al protagonista del relato, es decir, a Santo Domingo.

2. En la segunda estrofa, Berceo se introduce como autor de la obra. ¿Qué datos proporciona de su propia vida?

- Lee con atención el último verso de la estrofa.

a) ¿Qué actitud muestra Berceo respecto a su obra?

b) ¿Por qué crees que está contento de terminarla?

3. Pedir una recompensa a cambio de haber recitado o cantado un poema era algo propio de los juglares. Por ejemplo, en el Cantar de mio Cid se leen las siguientes palabras: "el cantar es acabado, dadnos vino". ¿Qué pide Berceo en las estrofas cuarta y quinta a cambio de su servicio?

 

 

Los milagros de Nuestra Señora es una obra compuesta por veinticinco relatos protagonizados por la Virgen. La estructura de los relatos es siempre la misma: un personaje comete un pecado, y la Virgen, conmovida por la devoción que el pecador siente hacia su figura, interviene para salvar su vida o su alma. En el milagro que se reproduce a continuación, titulado "El clérigo y la flor", puede advertirse ese esquema organizativo. 

Milagros de Nuestra Señora - versos 401 a 460

III

Leemos de un clérigo que era tiestherido,
ennos vicios seglares ferament embevido;
peroque era locco, avié un buen sentido,
amava la Gloriosa de corazón complido.

Comoquiere que era en ál malcostumnado,
en saludar a ella era bien acordado;
nin irié a la eglesia nin a ningún mandado,
que el su nomne ante non fuesse aclamado.

Dezir no lo sabría sobre quál ocasión
ca nos no lo sabemos si lo buscó o non,
diéronli enemigos salto a est varón,
ovieron a matarlo: ¡Domne Dios lo perdón!

Los omnes de la villa e los sus companneros
esto como cuntiera com non eran certeros,
defuera de la villa entre unos riberos,
allá lo soterraron, non entre los dezmeros.

Pesó'l a la Gloriosa con est enterramiento,
que yazié el su siervo fuera de su conviento;
apareció'l a un clérigo de buen entendimiento,
díssoli que fizieran en ellos fallimiento.

Bien avié treinta días que era soterrado:
en término tan luengo podié seer dannado;
dísso'l Sancta María: «Fizistes desguissado,
que yaz el mi notario de vos tan apartado.

»Mándote que lo digas: que el mi cancellario
non merecié seer echado del sagrario;
dilis que no lo dexen ý otro trentanario,
métanlo con los otros en el buen fossalario.»

Demandóli el clérigo que yazié dormitado,
«¿Quí eres tú que fablas? Dime de ti mandado,
ca quando lo dissiero seráme demandado
quí es el querelloso o quí el soterrado.»

Díssoli la Gloriosa: «Yo so Sancta María
madre de Jesu Christo que mamó leche mía;
el que vos desechastes de vuestra compannía,
por cancellario mío yo a éssi tenía.

»El que vos soterrastes luenne del cimiterio,
al que vos non quisiestes fazer nul ministerio,
yo por ésti te fago todo est reguncerio:
si bien no lo recabdas, tente por en lazerio.»

El dicho de la duenna fue luego recabdado,
abrieron el sepulcro apriesa e privado;
vidieron un miraclo non simple ca doblado,
el uno e el otro, fue luego bien notado.

Issiéli por la boca una fermosa flor
de muy grand fermosura, de muy fresca color;
inchié toda la plaza de sabrosa olor,
que non sentién del cuerpo un punto de pudor.

Trobáronli la lengua tan fresca e tan sana
qual parece de dentro la fermosa mazana;
no la tenié más fresca a la meredïana
quando sedié fablando en media la quintana.

Vidieron que viniera esto por la Gloriosa,
ca otri non podrié fazer tamanna cosa;
transladaron el cuerpo, cantando «Specïosa»,
aprés de la eglesia en tumba más preciosa.

Todo omne del mundo fará grand cortesía
qui fiziere servicio a la Virgo María;
mientre que fuere vivo verá plazentería,
e salvará la alma al postremero día.

 

 

1. Explica qué defectos y virtudes tenía el clérigo y por qué lo entierran fuera del cementerio.

2. Di cómo intervienen la Virgen y qué milagro tiene lugar.

3. Relaciona cada uno de los fragmentos con la estructura general del relato.

4. Lee la primera estrofa del segundo fragmento y explica cómo se vincula entes con el primero. 

5. Mide la tercera estrofa del primer fragmento y analiza la rima que presenta.

6. ¿Qué finalidad crees que podían tener este tipo de relatos? 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Primera página del Libro de Alexandre
Primera página del Libro de Alexandre

Otras obras del mester de clerecía


El carácter culto y universitario del mester de clerecía queda de relieve en otros tres poemas, todos de autor desconocido: El libro de Alexandre, el Libro de Apolonio y el Poema de Fernán González.

 

-Libro de Alexandre cuenta la vida de Alejandro Magno desde su nacimiento hasta su muerte. el carácter doctrinal del texto es evidente en la presentación del protagonista. Aunque es presentado como un auténtico héroe épico, Alejandro simboliza la soberbia y al final es castigado por ello. El propósito didáctico de la obra es visible también en las digresiones. Junto al hilo narrativo fundamental, se incluye una serie de explicaciones que no están directamente relacionadas con la materia central, en las que se da abundante información sobre ciencia, historia y filosofía con el fin de aumentar los conocimientos del público.

 

Libro de Apolonio narra los accidentados viajes del rey Apolonio. Las aventuras que realiza para recuperar a su mujer y a su hija incluyen tormentas, naufragios y raptos de piratas. La ejemplaridad con que se presenta la figura de Apolonio, perfecto caballero, pone de manifiesto la intención didáctica del poema.

 

- El Poema de Fernán González cuenta la independencia de León por parte de Castilla a través de las acciones protagonizadas por un héroe épico, el primer conde castellano. Aunque la fuente de la obra fue un poema épico hoy perdido, la materia ha sido amoldada a las características del mester de clerecía. Así, además del uso de la cuaderna vía, se han añadido diversos elementos religiosos que modifican en parte el carácter heroico del protagonista.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Poesía en el siglo XIV: el Libro de buen amor

 

 

En el siglo XIV, el castellano se ha afianzado como lengua de cultura merced a la labor desarrollada por el rey Alfonso X, del que hablaremos en el próximo tema. La religiosidad intensa de los primeros siglos medievales da paso a una moral más práctica. La burguesía y la vida urbana traen consigo nuevos valores. El dinero y el ascenso social, el gozo por la vida y las relaciones sociales y amorosas pasan a ser temas centrales de la literatura. La actitud de los escritores varía ante estos asuntos: Juan Ruiz se muestra vitalista y ambiguo en el Libro de buen amor, mientras que don Juan Manuel se inclina en los cuentos del Conde Lucanor por una actitud eminentemente práctica dentro del respeto por el orden estamental.

 

El autor: Juan Ruiz

 

El libro de buen amor es la obra maestra del mester de clerecía. De su autor apenas se tienen datos salvo los que él mismo da en su obra: su nombre, Juan Ruiz, su condición de arcipreste de Hita; y el título que da a su poema: Buen amor dixe al libro.

 

Asunto y estructura del Libro de buen amor

 

El hilo conductor de la obra son una serie de aventuras amorosas contadas en primera persona. El relato autobiográfico es sólo un recurso estructural que sirve para hilar los episodios narrativos y líricos que componen el largo poema de casi dos mil estrofas.

El Libro de buen amor comienza con una invocación a la Virgen y a Dios en cuaderna vía y un prólogo en prosa que imita la forma de un sermón. El resto de la obra alterna la cuaderna vía en la narración con otras formas estróficas que se van insertando en las distintas piezas líricas. Estas piezas líricas, unas de contenido religioso (loores a la Virgen) y otras profano (serranas, cantares de ciego, coplas cazurras), constituyen una colección de poesías a modo de cancionero, en el que Juan Ruiz exhibe su virtuosismo.

 

La narración va alternando los episodios amorosos con la inclusión de otros de la más variada procedencia y géneros. En la primera parte, el episodio amoroso más extenso cuenta los amores entre don Melón y doña Endrina, en los que interviene como mediadora la vieja Trotaconventos. La segunda mitad del Libro tiene como núcleo central una batalla alegórica entre don Carnal y doña Cuaresma. Al hilo del relato autobiográfico se engarzan fábulas o cuentos de animales, digresiones de tipo moral sobre los peligros del vino, los pecados capitales y la confesión, y otros pasajes de tipo burlesco, como el elogio de las mujeres pequeñas o del dinero.

 

A pesar de la multiplicidad de relatos y de la variedad de los asuntos tratados en las partes expositivas, todos los elementos del poema de Juan Ruiz están subordinados al asunto central del Libro: el amor y sus engaños. Las diversas peripecias que vive el protagonista están siempre motivadas por su deseo de conquistar a una mujer. Este deseo le hace acudir a don Amor en busca de consejo, le lleva a viajar por Sierra Morena y le hace intercambiar con Trotaconventos y otros personajes el relato de fábulas de animales en las que se muestra el éxito o el fracaso de las argucias que se propone emplear.

 

Intencionalidad del Libro

 

El autor del Libro muestra una vasta cultura que abarca la filosofía, el derecho y la teología, conocimientos propios de quien ha estudiado en una universidad. También muestra un extenso conocimiento de la literatura latina, sobre todo de Ovidio, y de la tradición poética en lengua vernácula.

A la diversidad de los géneros que integran la materia narrativa se une el diferente carácter de su contenido. El autor tan pronto inserta digresiones doctrinales de tinte moralizante como proclama los placeres y goces de la vida. Esta superposición de elementos religiosos y profanos, así como el vaivén entre un tono admonitorio y otro francamente burlesco hace difícil determinar el carácter didáctico o de entretenimiento de la obra.

La ambigüedad resulta aún más acusada debido a los frecuentes avisos que hace Juan Ruiz sobre el peligro de interpretar de modo equivocado el poema.

 

El estilo

 

Los rasgos más destacados del Libro de buen amor son el empleo de la ironía y de la parodia. Se caricaturizan el mundo del amor cortés y el saber eclesiástico, mostrando con humor los contrastes entre la apariencia y la verdad de las cosas, la realidad y las convenciones sociales. Se ha interpretado el tono festivo y burlón que domina una parte del Libro como una característica del nuevo ambiente burgués. Lo cierto es que domina la plasticidad en la descripción, el dinamismo y el dibujo de un mundo concreto.

A la diversidad de las situaciones planteadas corresponde un lenguaje rico y en ocasiones pintoresco, que comprende desde un registro culto, propio de las hablas más técnicas del mundo universitario, hasta la reproducción del estilo coloquial de la época. El estilo vivaz del Libro de buen amor no debe hacer olvidar la dificultad de su lectura, acrecentada por el enorme caudal léxico empleado.

 

El resultado es una obra compleja y extemadamente rica, considerarda hoy, con el Cantar de mio Cid y la Celestina, una de las cumbres de la literatura medieval española. Desde su creación gozó de una gran popularidad y todavía es posible hallar ecos de su lectura en los poetas del siglo XV.

 

Tras el Libro de buen amor, el mester de clerecía entra en decadencia. En este último período encontramos un último poema importante en cuaderna vía, el Rimado de palacio, obra del canciller Pero López de Ayala, que refleja una visión pesimista y desengañada de la vida.

 

 

 

Arcipreste: m. Presbítero que, por nombramiento del obispo, ejerce ciertas atribuciones sobre los curas e iglesias de un territorio determinado.

 

 

 

 

 

 

 

El Arcipreste pide consejo a don Amor.

 

Don Amor le responde

 

<<Quisiste ser maestro ante que disçiplo ser,

e non sabes la manera como es de aprender;

oy´e leye mis castigos e sábelos bien fazer:

recabdarás la dueña e sabrás otras traer.>>

 

Para todas mugeres tu amor non conviene:

non quieras amar dueñas que a ti non aviene:

es un amor baldío, de grand locura viene,

siempre será mesquino quien amor vano tiene.

 

Si leyeres Ovidio, el que fue mi criado,

en él fallarás fablas que le ove yo mostrado,

muchas buenas maneras para enamorado:

Pánfilo e Nasón yo ove castigado.

 

Si quieres amar dueñas o otra cualquier muger,

Muchas cosas avrás primero a aprender;

Para que ella te quiera en amor acoger,

sabe primeramente la muger escoger.

 

Cata muger fermosa, donosa e loçana,

Que non sea muy luenga nin otrosí enana;

Si podieres non quieras amar muger villana,

Que de amor non sabe, es como baüsana.

 

Busca muger de talla, de cabeça pequeña;

cabellos amarillos, non sean de alheña;

las çejas apartadas, luengas, altas, en peña;

ancheta de caderas; ésta es talla de dueña.

 

Ojos grandes, someros, pintados, relucientes,

e de luengas pestañas, bien claras, paresçientes;

las orejas pequeñas, delgadas; párale mientes

si ha el cuello alto: atal quieren las gentes.

 

La nariz afilada, los dientes menudillos,

eguales, e bien blancos, poquillo apartadillos;

las enzías bermejas; los dientes agudillos;

los labros de la boca bermejos, angostillos.

 

La su boca pequeña, así de buena guisa;

la su faz sea blanca, sin pelos, clara e lisa;

puna de aver muger que la veas sin camisa

que la talla del cuerpo te dirá: <<Esto aguisa>>

 

 

La muger que enbïares de ti sea parienta,

que bien leal te sea, non sea su servienta;

non lo sepa la dueña, por que la otra non mienta:

non puede ser quien mal casa que non se arrepienta.

 

 

 

 

 

Recabdarás: conseguirás

Dueña: mujer

A ti non aviene: no te convienen

Cata: mira, busca

Donosa e loçana: bella y saludable

Villana: de clase social baja

Baüsana: espantapájaros.

Alheña: tinte vegetal que vuelve el cabello rubio o pelirrojo.

En peña: en curva

Someros: altos

Angostillos: estrechos

Puna de aver: pugna, trata de tener

Sin camisa: en ropa interior

La talla: la figura, el tipo

Aguisa: adecuadamente

 

ACTIVIDADES

 

1. Juan Ruiz acude a don Amor en busca de consejo después de varios fracasos amorosos. ¿A qué atribuye estos fracasos don Amor? ¿Qué lecturas le recomienda?

2. ¿Cuál es el consejo que da don Amor al Arcipreste?

3. Describe la mujer ideal según la dibuja don Amor. 

  • ¿Qué se dice acerca de la condición social de la mujer?
  • ¿Qué orden se sigue en la descripción física de la mujer?

 

4. Subraya los adjetivos utilizados por Juan Ruiz y agrúpalos según hagan referencia al color o al tamaño.

  • ¿Por qué crees que usa algunos de los adjetivos en forma diminutiva?

5. Describe la belleza ideal femenina que prevalece en nuestra sociedad y compárala con la que propone Juan Ruiz.

 

 

 

 LECTURA Y ACTIVIDADES

 

El Amor hace una visita al Arcipreste, quien, desengañado por su mala fortuna amorosa, le hace responsable de todos los males de los enamorados. 

 

Una noche sostuve combate peregrino:

pensaba yo en mi suerte, furioso (y no de vino),

cuando un hombre alto, hermoso, cortésmente a mí vino. 

Le pregunté quién era; dijo, "Amor, tu vecino".

 

Con enojo muy grande le empecé a denostar;

le dije: "Si Amor eres, no puedes aquí estar,

eres falso, embustero y ducho en engañar; 

salvar no puedes uno, puedes cien mil matar.

 

Con engaños, lisonjas y sutiles mentiras

emponzoñas las lenguas, envenenas tus viras,

hiere a quien más te sirve tu flecha cuando tiras;

separas de las damas a los hombres por iras...

 

Eres padre del fuego, pariente de la llama, 

más arde y más se quema aquel que más te ama;

Amor, a quien te sigue le quemas cuerpo y alma,

destrúyeslo del todo como el fuego a la rama.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Creación de la prosa vernácula

 

Los orígenes de la prosa

Puede afirmarse que hasta el siglo XIII no existe la prosa literaria en castellano. En esa época surgen las circunstancias propicias para su origen y desarrollo: se fundan las universidades, que favorecen la extensión de la cultura, y aumenta el número de personas que saben leer y escribir.

Hasta finales del siglo XII, el romance había sido considerado una lengua apropiada para la comunicación oral, pero no para la composición de obras científicas, filosóficas y literarias, que se escribían en latín o en árabe. Por este motivo, la lengua vernácula aunque se empleaba normalmente en la vida diaria carecía de la flexibilidad y la riqueza suficientes para ser vehículo de cultura y de creación literaria.

De otro lado, el castellano, al igual que las restantes lenguas romances, comenzó a ser utilizado para escribir textos en prosa mucho después de que se usara de modo generalizado para el verso. Hay que tener en cuenta que la poesía era transmitida de forma oral, mientras que para comprender un texto en prosa había que saber leer, una actividad propia de los letrados, casi todos clérigos, que preferían el latín. Además, la prosa vernácula no surgió con intención literaria sino después de una larga etapa en la que se empleó para fines prácticos.

Los primeros textos escritos en romance pertenecen al siglo X. Son las Glosas de San Millán (La Rioja) y las Glosas de Santo Domingo de Silos (Burgos), que consisten en palabras sueltas que se anotaron en documentos latinos que resultaban de difícil comprensión. Poco a poco, a medida que se va perdiendo el conocimiento del latín, el castellano se introduce en los textos en prosa hasta sustituirlo por completo.

 

Dos son los principales cauces a través de los cuales tiene lugar este proceso de imposición del castellano: los documentos y las traducciones.

-       Los documentos: las primeras manifestaciones en prosa vernácula son documentos y fueros. Estos últimos eran recopilaciones de leyes locales o municipales. El desconocimiento del latín hizo que pronto, a partir del siglo IX, la mayor parte de los documentos privados se escribieran en un latín mezclado con palabras romances. Progresivamente, la proporción del castellano en las escrituras de compraventa, las donaciones, los testamentos y otros documentos fue aumentando hasta que desapareció todo rastro de la lengua latina.

El uso de la lengua vernácula en documentos oficiales se extendió durante el reinado de Fernando III el Santo (1217-1252), aunque correspondió a su hijo Alfonso X la tarea de convertir el castellano en lengua oficial de la cancillería, que se encargaba de la redacción de los documentos reales y de las leyes.

-       Las traducciones: desde el siglo X la Península Ibérica fue un foco importante en la producción de traducciones especialmente del árabe. La actividad traductora se centró en Toledo a raíz de su reconquista, en el año 1085, aunque su Escuela de Traductores alcanzó su máximo auge en el siglo XII bajo el arzobispo Raimundo (1126-1152).

El sistema de traducción consistía en que un árabe o un judío iba traduciendo textos al castellano y este borrador en castellano era vertido por un cristiano al latín. Alfonso X continuó este proceso, pero introdujo un importante cambio: hizo que los textos, latinos y árabes, se tradujeran al castellano. Ambas lenguas, el latín y el árabe, contaban con una larga tradición literaria, por lo que sirvieron de modelo al castellano.

El castellano fue enriqueciéndose a través de la redacción de documentos y como lengua puente o intermediaria en las traducciones del árabe al latín. Este proceso fue incrementado por Alfonso X, de quien la prosa castellana recibió el empuje definitivo para convertirse en lengua de cultura. Más tarde, con don Juan Manuel, esa lengua adquirió ya madurez literaria.

 

El castellano, lengua de cultura Alfonso X

 

Alfonso X (1221-1284) sucedió en el trono de Castilla a su padre, Fernando III, en 1252. Como monarca se caracterizó por una gran ambición. Quiso personificar la figura del gobernante ilustrado. Este deseo de unir el ejercicio de las armas con el de las letras será recogido por don Juan Manuel y tendrá una larga pervivencia, pues llegará hasta el Renacimiento en el personaje del poeta-soldado, con Garcilaso de la Vega (siglo XVI) como su exponente más destacado.

En el terreno político, Alfonso X fracasó en su intento de anexionarse el reino de Navarra y en sus aspiraciones al trono alemán. Murió enfrentado en una guerra civil contra su hijo Sancho IV. En el terreno cultural, en cambio, sus esfuerzos tuvieron un resultado positivo, lo cual le hizo merecedor del sobrenombre de “Sabio”. Gracias a su labor, el siglo XIII es un período de intensa actividad científica y literaria.

 

La unidad de la lengua

 

La gran aportación de la obra alfonsí fue hacer del castellano una lengua de cultura. Alfonso X logra convertir el castellano en una lengua capaz de transmitir información sobre materias que hasta entonces habían quedado reservadas al latín y, en menor medida, al árabe. El propósito del Rey Sabio era recopilar todo el saber de su época, abarcando todas las materias conocidas: el derecho, la ciencia y la historia.

No debemos pensar que son obras literarias en el sentido que hoy se da a la palabra literatura. En la Edad Media, literatura representa poner por escrito todo aquello que merece ser confiado a la letra para que perdure, porque se considera importante por razones sociales, políticas, científicas, etc. En otras palabras: se denominaba literatura toda escritura con un contenido cultural.

El objetivo de Alfonso X no era la originalidad tal como ésta se concibe actualmente. Su originalidad consiste en haber decidido emplear el castellano. Las razones que llevaron a Alfonso X a convertir la lengua vernácula en oficial son fundamentalmente dos:

-       Dotar de una lengua común a las tres comunidades (cristianos, musulmanes y judíos) y facilitar la unidad cultural de su reino.

-       Apartar la cultura del contexto clerical, en el que se utilizaba el latín, y ponerla al alcance de los que sabían leer, pero carecían de conocimientos de la lengua latina, como le ocurría a la gente de la corte.

Las obras compuestas por encargo de Alfonso X contribuyeron a extender el campo de posibilidades de la lengua vernácula, ya que se trataron temas que habían quedado limitados al dominio del latín y del árabe. El esfuerzo sometió a la lengua a una especie de gimnasia interna que condujo al enriquecimiento léxico y sintáctico. La necesidad de transmitir conocimientos sin contar con la presencia del oyente supone ya una diferencia con respecto a la lengua coloquial.

 

La acción de Alfonso X sobre la lengua romance se refleja en tres ámbitos:

-       La grafía. Alfonso X fija la ortografía del castellano y consigue que la lengua siga un modelo común, aunque la uniformidad absoluta no se logre hasta el establecimiento de la Real Academia Española, en el siglo XVIII.

-       La sintaxis. La complejidad de las materias tratadas hace necesario alargar lo longitud de las oraciones. Para unir las oraciones entre sí fue preciso “inventar” conjunciones hasta entonces desconocidas, como para que, comoquiera que, siquiera, etc.

-       El léxico. Para expresar conceptos hasta entonces inexistentes hubo que introducir en el castellano numerosas palabras nuevas tomadas del latín y del árabe, que reciben el nombre de cultismos. Con el fin de que esos cultismos o términos nuevos pudieran ser comprendidos por los lectores, cada vez que uno de ellos se utilizaba era seguido de una explicación sobre su significado.

a)    Cocatriz o cocodrilo: La cicatriz es bestia et pescado et está fecha como lagarto, et cría en aguas dulces, et señaladamente en el Grant río que llaman Nilo.

b)   Tunica: Diz la Biblia túnica a aquella vestidura a que nós llamamos camisa en lenguaje de Castiella.

 

Muchos de estos vocablos son a partir de entonces de uso corriente.

 

El método de trabajo

 

Resulta imposible que Alfonso X pudiera escribir toda la obra que figura bajo su nombre. El rey se rodeó de un grupo de sabios de traductores-árabes, judíos y cristianos-, expertos en diferentes disciplinas. Alfonso era el promotor y el director del trabajo, tal como se aclara en el prólogo de sus obras:

 

El rey faze un libro, non porque lo escriva con sus manos, mas porque compone las razones dél, et las enmienda et las endereza, et muestra la manera cómo se debe fazer et escrívelas quien el manda, et dezimos pro aquesta razón que el rey faze el libro […] Otrossí (también) quando dezimos que el rey faze un palaçio o alguna obra (edificio), non es dicho porque lo él fiziesse con sus manos, mas porque el mando fazer e dio las cosas que fueron mester (necesarias) para ello.

 

Del equipo de colaboradores, el rey escogía la persona que le parecía más adecuada para cada obra. Cuando el libro estaba completo, él lo revisaba.

El método de trabajo del equipo alfonsí en el caso de las obras más complejas constaba de varias fases:

  1. Recopilación de materiales. Primero se recogían todas las obras relacionadas con la materia que ser quería tratar y se seleccionaban aquellas de donde se iba a extraer la información, es decir, que iban a servir como fuente.
  2. Traducción de obras latinas, árabes o hebreas. La traducción era realizada según el sistema ya empleado por la Escuela de Toledo: un experto en la lengua en que estaba escrita la fuente iba traduciendo oralmente al castellano mientras otra persona copiaba esa versión y le daba una redacción escrita adecuada.
  3. Reunión y redacción de lo escrito. Un grupo de colaboradores llamados “ayuntadores” se encargaba de juntar los pasajes seleccionados para cada obra, distribuyéndolos de acuerdo con un esquema previo.
  4. Enmienda. Finalmente, ser revisaba la obra eliminando la información que se repetía, suprimiendo en lo posible la variedad de formas lingüísticas y dando uniformidad a la ortografía y al estilo.

OBRA

El valor de la obra alfonsí radica en la transmisión y elaboración de la cultura conocida hasta entonces mediante el uso del castellano y en ese afán globalizador que le lleva a proyectar un conjunto completo de volúmenes de leyes, de ciencia, de historia y de entretenimiento. Según los temas que tratan se puede dividir la producción alfonsí en varios apartados:

-       Obras históricas. Son las más importantes desde un punto de vista literario. La Crónica General, también llamada Estoria de España, pretendía ofrecer la historia de la Península Ibérica, aunque quedo incompleta. La Grande e General Estoria fue concebida como una historia, universal, desde los orígenes del mundo hasta tiempos de Alfonso X, pero tampoco pudo ser terminada.

-       Obras jurídicas. Como gobernante que era, Alfonso X intentó unificar los criterios que regían el comportamiento del individuo y la sociedad, dotando a sus reinos de un código legal común, del que carecían. Las Siete Partidas es la recopilación de leyes más importante de la Castilla medieval.

-       Obras de entretenimiento. Su objetivo era proporcionar normas para el ocio. El Libro de ajedrez, dados y fablas es el título más importante.

-       Obras científicas. Son básicamente traducciones de tratados astronómicos y astrológicos árabes. Destacan Los libros del saber de astronomía, el Lapidario y las Tablas alfonsíes. Algunos de estos gozaron de una gran difusión en Europa.

Alfonso X no sólo consiguió dotar a sus reinos de una lengua común que pusiera a disposición de los sabios y los escritores los medios suficientes para la transmisión del saber y la creación literaria, sino que también lego un conjunto de saberes dirigidos a la educación de las personas que no eran clérigos. Al promover la extensión de la cultura fuera del ámbito monástico, la labor de Alfonso X respecto a la prosa comparte el propósito del mester de clerecía, estudiado en el tema anterior, de formación de una cultura laica.

 

 

 

 

Los orígenes de la prosa de ficción

 

A diferencia de los que había ocurrido en los siglos anteriores, en el siglo XIV proliferan las obras en prosa. Este hecho se debe especialmente a la tarea de dignificación de la prosa romance llevada a cabo por Alfonso X. Otras razones que ayudan a explicar la afición por la prosa son ciertos avances técnicos, como la difusión del papel y el invento de las lentes para gafas, lo que posibilita que un número creciente de personas pueda acceder a los libros.

La figura de don Juan Manuel marca una etapa más importante en la historia de la prosa castellana. Sus obras son las primeras muestras de creación auténticamente literaria en prosa vernácula. Su principal modelo es Alfonso X. Es probable que el hecho de que don Juan Manuel sea el primer prosista que no es un clérigo letrado, sino que pertenece al estamento noble, tenga mucho que ver con su lectura de las obras alfonsíes.

 

El cuento medieval

La novedad más evidente de la obra de don Juan Manuel respecto a Alfonso X es que en sus libros introduce la ficción. Esto quiere decir que escribe narraciones donde cuenta hechos que no son históricos sino que tienen un carácter puramente literario. En realidad, la narración de historietas breves o cuentos empieza en el siglo XIII. En esta época se traducen o adaptan varias colecciones de cuentos de procedencia oriental. Estos cuentos o fábulas tenían un propósito didáctico; servían para ilustrar o ejemplificar una regla, un comportamiento, un rasgo del carácter, et. Por este motivo reciben el nombre de ejemplos o, como se decía en castellano medieval, exemplos.

Las colecciones de ejemplos más conocidas son el Calila e Dimna y el Sendebar, también titulado El libro del engaño de las mujeres. Ambas obras contienen un conjunto de cuentos breves incluidos dentro de otra historia, que actúa como marco. El relato principal o marco en Calila e Dimna está constituido por el diálogo entre el rey y un sabio que le aconseja. El objetivo de los cuentos es enseñar a vivir virtuosamente y con prudencia. También don Juan Manuel combinará el propósito didáctico con la amenidad del relato de ficción.

En el siglo XIV, los cuentos tuvieron un gran éxito en toda Europa. Debemos pensar que por los mismos años que escribe don Juan Manuel escribe Chaucer sus cuentos de Canterbury y Boccaccio el Decamerón. El éxito de este género está relacionado con el desarrollo de la burguesía, que trae consigo un cambio de mentalidad. La moral eclesiástica es sustituida por un didactismo más pragmático, que pretende dar reglas para la vida cotidiana. También el contenido de los relatos se ve afectado por el cambio. Muchos cuentos de Bocaccio y de Chaucer, y algunos de don Juan Manuel, reflejan la vida en las ciudades.

 

 

La pronunciación medieval

 

Las principales diferencias con respecto a la pronunciación actual afectan sólo al sistema consonántico.

Consonantes sordas y sonoras. La diferencia más importante con la lengua actual es que existían consonantes sordas y sonoras, como sucede todavía en el gallego, el catalán, el italiano y el francés:

-       La g (ante e, i) y la j se pronunciaban como en catalán actual ginesta (`enebro), el francés jamais o el inglés joy (`alegría´)

-       La x representaba el sonido sordo, equivalente al sonido de esta letra en catalán (xiular `silbar´), la ch francesa (Chevalier, `caballero´) o la sh inglesa (shell `concha´).

-       La z se pronunciaba ds (dezir, fazer) y la c (ante e, i) y la ç como ts, nunca como s (Çid)

-       También había una s sorda, representada por la grafía ss en posición intervocálica (condessa, pero ser) y una s sonora (casa, mesón)

 

 

Otras consonantes

-       La f inicial pasó pronto a ser una h aspirada, que luego desapareció. Esta h se conserva todavía hoy en algunos lugares de Andalucía e Hispanoamérica.

Al leer los textos medievales se ha de tener en cuenta que las elisiones, apócopes, contracciones y otros fenómenos de pérdida de vocales son muy habituales. Así, son perfectamente normales formas como drecho por derecho, desto por de esto, fuerdes por fuéredes, metiós por metióse, etc.

 

 

 

ACTIVIDADES

 

El método de trabajo de Alfonso X y sus colaboradores

En nombre de Dios, amén. Este es el libro de las figuras de las estrellas fixas que son en el ochavo cielo, que mandó trasladar de caldeo et de arábigo en lenguaje castellano el rey don Alfonso […]. Et trasladólo por su mandado Yhuda el Coheneso, su alfaquín, et Guillén arremón de Aspa, su clérigo. Et fue fecho en el cuarto año que reinó este rey sobredicho.

Et después lo endreçó et lo mandó componer este rey sobredicho, et tolló las razones que entendió quer eran soberanas et dobladas et que non eran castellano drecho, et puso otras que entendió que complían. Et quando al lenguaje, endreçólo él por sí se.

 

El libro de la ochava esfera

 

Ochavo: octavo

Trasladar: traducir

Caldeo et de arábigo: árabe

Alfaquín: sabio o doctor de la ley

Endreçó: enderezó, arregló, corrigió.

Tolló: cortó, quitó

Soberanas et dobladas: prolijas y repetitivas

Complían: eran necesarias

Por sí se: por sí mismo

 

  1. Lee atentamente el texto. Enumera cada una de las etapas que se han seguido para la elaboración del libro.
  2. ¿Cuál es la misión que se reserva Alfonso X? ¿Por qué crees que el rey se encarga sólo del estilo?
  3. En tu opinión, ¿es suficiente encargar un libro y corregir el estilo para ser considerado hoy en día el autor del libro?
  4. Subraya las palabras que tienen una ortografía diferente de la actual. Léelas en voz alta procurando seguir las normas de pronunciación del castellano medieval.
  5. A pesar del esfuerzo de Alfonso X, la sintaxis de su prosa es bastante simple. Subraya las conjunciones que aparecen en el texto para unir una oración con otra.
  6. Sustituye en el texto la conjunción et por otras más complejas que conozcas de la lengua actual (porque, ya que, de modo que, para que, si etc. )

 

Don Juan Manuel
Don Juan Manuel

DON JUAN MANUEL

Don Juan Manuel (1282-1348) es el prosista castellano más relevante del siglo XIV. Su vida y el contexto histórico en el que se educó ayudan a explicar la forma y el tema de su obra.

Sobrino de Alfonso X, don Juan Manuel pertenecía a la más alta nobleza y fue siempre muy consciente de su linaje. Estuvo envuelto en varias luchas con el rey castellano, Alfonso XI. Su orgullo aristocrático se refleja en las palabras que dirigió a su hijo en el Libro infinido:

Yo en España non fallo (encuentro) amigo en egual grado; ca (porque) si fuesse el rey de Casteilla o su fijo heredero, éstos son vuestros señores, mas (pero) otro infante nin otro omne en el señorío de Castiella non es amigo en egual grado que vós, ca loado a Dios, de linaje non devedes nada a ninguno.

Trató siempre de engrandecer su poderío económico y social, que eran considerables. Como el mismo decía, podía atravesar el reino de Castilla, desde Navarra a Granada, pasando cada noche en uno de sus castillos. La conciencia estamental y la preocupación por el mantenimiento de sus propiedades aparecen de forma visible en sus libros. También su fuerte individualismo dejó huella en sus escritos.

 

La conciencia de autor

 

Don Juan Manuel es el primer escritor que muestra una clarísima conciencia de autor. Es el primero que se preocupó de que sus libros fueran correctamente transmitidos. Para conseguirlo, hizo que se copiara bajo su supervisión un volumen con todas sus obras. En el prólogo al Conde Lucanor advierte que los errores han de atribuirse a los copistas, no a él:

 

Et porque don Johan vio et sabe que en los libros contesten muchos yerros en los trasladar (copiar) et después, los que fallan (hallan) aquello escrito ponen la culpa al que fizo el libro. Et porque don Johan se reçelo (temió) desto, ruega a los que leyeren d ecualquier libro que fuesse trasladado del que él compuso, o de los libros que él fizo, que si fallaren algna palabra mal puesta, que non pongan culpa a él faza (hasta) que vean el libro que don Johan fizo, que es enmendado (corregido) en muchos logares de su letra.

 

Don Juan Manuel es también el primer escritor que tiene conciencia de los recursos estilísticos y del lenguaje. Su estilo se caracteriza por el deseo de perfección y por el intento de combinar la concisión con la claridad. En el Libro de los estados hace que un personaje diga de otra obra suya:

Es muy buen libro et muy aprovechoso, et todas las razones que en se contienen son dichas por muy buenas palabras et poniendo declaradamente (claramente) complida (por entero) la razón que quiere dezir, pónelo con las menos palabras que pueden seer.

Éste es otro de los rasgos que denotan la conciencia de autor de don Juan Manuel, que no duda en entrometerse en las páginas de sus obras. En muchas de ellas se incorporan datos autobiográficos y los personajes hablan de él como si lo conocieran. Como veremos a propósito del Conde Lucanor, el escritor aparece de forma expresa en las páginas del libro.

La fuerte personalidad del autor se refleja también en el manejo de las fuentes. Don Juan Manuel renuncia a citar las obras o los autores de los que ha tomado sus relatos. Utiliza su autoridad para respaldar todo lo que dice. En ocasiones modifica anécdotas de otros autores y las presenta como si fueran suyas o de personas de su entorno.

 

El conde Lucanor

 

La producción literaria de don Juan Manuel se inscribe dentro de la tradición didáctica que combina la enseñanza con el entretenimiento. Con sus obras pretende instruir a un público amplio y para ello se sirve de elementos amenos, como la narración de hechos ficticios. Su obra más destacada es el Conde Lucanor.

El conde Lucanor está dividido en cinco libros, que se pueden agrupar en tres partes:

-       Una colección de 51 ejemplos. Es la parte más extensa y central del libro.

-       Un conjunto de 100 proverbios. Son frases breves, escritas en un estilo oscuro y difícil, que tienen un contenido moral o filosófico.

-       Un tratado sobre la salvación del alma.

Los dos personajes principales, el conde Lucanor y su consejero, aparecen en las tres partes, dotándolo de unidad. El tema constante de la obra es cómo conseguir salvar el alma dentro del estamento al que pertenece cada uno.

La parte central de la obra es la más conocida. Un conde, Lucanor, expone a su tutor, Patronio, diversas dudas relacionadas con problemas de tipo práctico. Patronio responde contándole un ejemplo o cuento que contiene una enseñanza.

Los asuntos de los cuentos son muy variados y el tipo de personajes también. Se tratan cuestiones tales como la forma en que se puede distinguir a los falsos amigos de los verdaderos, elección de los consejeros y de la mujer, la forma de acrecentar las posesiones o vencer a los enemigos, los efectos de la avaricia, el orgullo o la hipocresía, etc. En el fondo, todos ellos hacen referencia a un tema común: cómo mantener y acrecentar la honra (el prestigio), la fazienda (las posesiones) y el estado (la posición social).

El argumento de los cuentos no es original, dos Juan Manuel los toma de fuentes conocidas. La originalidad deriva de cómo se elabora. Don Juan Manuel da nueva vida a los personajes, esbozando su psicología e incorporando multitud de detalles que les dan mayor verosimilitud.

Todos los ejemplos tienen una estructura fija que se repite,. Se pueden distinguir cuatro partes:

-       Dialogo inicial en el que Lucanor expone a Patronio su problema. Es el marco en el que se engloba el ejemplo.

-       Ejemplo o relato que cuenta Patronio como respuesta a las dudas del conde Lucanor.

-       Aplicación que hace Patronio de la enseñanza general que se desprende del relato al problema concreto que le había planteado el conde.

-       Intervención de don Juan Manuel, que incluye una moraleja:

Et porque entendió Don Johán que este enxiemplos era muy bueno, hízolo escribir en este libro et fizo estos versos.

El estilo de cada una de las partes que componen el Conde Lucanor es diferente. En los ejemplos utiliza un estilo claro y sencillo, mientras que en los proverbios predomina la concisión; cuando el proverbio combina la brevedad con los juegos de palabras, entonces el contenido queda algo oscuro:

 

Amor crece amor. Si amor es buen amor, es amor. Amor más de amor non es amor. Amor, de grand amor faze desamor.

 

El estilo de cada una de las partes que componen el Conde Lucanor es diferente. En los ejemplos utiliza un estilo claro y sencillo, mientras que en los proverbios predomina la concisión; cuando el proverbio combina la brevedad con los juegos de palabras, entonces el contenido queda algo oscuro:

Amor crece amor. Si amor es buen amor, es amor. Amor mas de amor non es amor. Amor, de grand amor faze desamor.

En la tercera parte, el estilo vuelve a ser claro, aunque el contenido, d etipo doctrinal, dificulta su comprensión.

El Conde Lucanor es la obra mas lograda de don Juan Manuel, pero en su producción también destacan otros libros:

-       El libro del caballero y del escudero. Como en el Conde Lucanor, la estructura consiste en un diálogo entre un hombre mayor y otro más joven que le va haciendo preguntas. El método de la pregunta y respuesta sirve para da una amplia información sobre la caballería.

-       El libro de los estados. Cuenta cómo la educación de un príncipe, Johás, es encomendada al maestro Turín, quien ha de evitar que descubra el dolor y la muerte para que su felicidad sea completa. La parte final de la obra es la respuesta a la pregunta de Johás de qué estado es el mejor para salvar el alma. Como en el Conde Lucanor, se argumenta que cada cual ha de cumplir con las obligaciones del estamento al que pertenece.

 

La conciencia de autor

Así commo ha muy grant plazer el que faze alguna buena obra, señaladamente si toma grant trabajo e[n] la faz[er], quando sabe que aquella su obra es muy loada et se pagan della mucho las gentes, bien así ha muy grant pesar et grant enojo quando alguno, a sabiendas o aun por yerro, faze o dize alguna cosa por que aquella obra non sea tan preciada o alabada commo devía ser. Et por probar aquesto, porné aquí una cosa que acaeció a un cavallero en Perpinán en tiempo del primero rey don Jaimes dr Mallorcas.

Así acaeçió que aquel cavallero era muy grant trobador et fazíe muy buenas cantigas a marabilla, et fizo una muy buena además et avía muy buen son; et atanto se pagavan las gentes de aquella cantiga que des[d]e grant tienpo non querían cantar otra cantiga sinon aquélla, et el cavallero que la fiziera avía ende muy grant plazer. Et yendo por la calle un día, oyó que un çapatero estava diziendo aquella cantiga, et dezía tan mal erradamente, también las palabras commo el son, que todo omne que la oyesse, si unte non la oyíe, ternía que era muy mala cantiga et muy mal fecha.

Quando el cavallero que la fiziera oyó cómmo aquel çapatero confondía tan buena obra commo [aquélla], ovo ende muy grant pesar et grant enojo, et descendió de la bestia et asentóse cerca dél. Et el çapatero, que non se guardava de aquello, non dexó su cantar, et quando más dezía, más confondía la cantiga que el cavallero fiziera. Et desque el cavallero vio su {1b} buena obra tan mal confondida por la torpedat de aquel çapatero, tomó muy passo unas tiseras et tajó quantos çapatos el çapatero tenía fechos, et esto fecho cavalgó et fuesse. Et el çapatero paró mientes en sus çapatos, et desque los vido así tajados entendió que avía perdido todo su trabajo; ovo grant pesar et fue dando vozes en pos aquel cavallero que aquello le fizieria. Et el cavallero díxole:

Amigo, el rey nuestro señor es aquí, et vós sabedes que es muy buen rey et muy justiçiero; et vayamos anté et líbrelo commo fallare por derecho.

Anbos se acordaron a esto, et desque legaron antel rey, dixo el çapatero cómmo le tajara todos sus çapatos et le fiziera grant daño. El rey fue desto sañudo, et preguntó al cavallero si era aquello verdat, et el cavallero díxole que sí, mas que quisiesse saber por qué lo fi[zi]era. Et mandó el rey que [lo] dixiesse; et el cavallero dixo que bien sabía el rey que él fiziera tal cantiga que era muy buena et abía buen son, et que aquel çapatero gela avía confondida, et que gela mandasse dezir. Et el rey mandógela dezir, et vio que era así. Entonçe dixo el cavallero que, pues el çapatero confondiera tan buena obra commo él fiziera, et en que avia tomado grant dapño et afán, que así confondiera él la obra del çapatero. El rey e quantos lo oyeron tomaron desto grant plazer et rieron ende mucho; et el rey mandó al çapatero que nunca di xiesse aquella cantiga nin confondiesse la buena obra del cavallero, et pechó el rey el daño al çapatero et mandó al cavallero que non fiziese más enojo al çapatero.

 

Et recelando, yo, don Johan, que por razón que non se podrá escusar, que los libros que yo he fechos non se ayan de trasladar muchas vezes, et porque yo he visto que en el transladar acaeçe muchas vezes, lo uno por desentendimiento del scrivano, o porque las letras semejan unas a otras, que en transladando el libro porná una razón por otra, en guisa que muda toda la entençión et toda la suma, er será traído el que la fizo non aviendo y culpa, et por guardar esto quanto yo pudiere, fizi fazer este volumen en que están scriptos todos los libros que yo fasta aquí he fechos, et son doze.

 

 

A maravilla: admirablemente bien

Muy buen son: buena música

Desde Grant tiempo: desde hacía mucho tiempo

Ende: por este motivo

Las palabras commo el son: la letra y la música

Si ante non la oyié: si no la había oído antes

Confondía: estropeaba, echaba a perder

Guardava: esperaba

Et desque: cuando

Confundida: estropeada

Muy passo unas tisseras: poco a poco unas tijeras

Tajó: cortó

Paró mientes: miró

Librelo commo fallare por derecho: júzguelo según la ley

Se acordaron a esto: estuvieron de acuerdo en esto

Sañudo: enfadado

Dapno et afán: sacrificio y esfuerzo

Pechó: pagó, compensó

Escusar: evitar

Transladar: copiar

Escribano: copista

Una razón por otra: una frase por otra

Sentencia: contenido

Non aviendo y culpa: sin que sea por su culpa

Guardar: evitar

 

Actividades

 

1. Lee el párrafo primero. ¿Qué es lo que puede causar enojo al autor de una obra?

2. ¿Por qué crees que narra don Juan Manuel el cuento del zapatero?

3. Explica por qué se enfadó el caballero con el zapatero, qué hizo y cómo se resolvió la disputa.

4. ¿Qué teme don Juan Manuel que le ocurra a sus obras? ¿Qué hace para evitarlo?

5. ¿Qué relación hay entre el cuento o ejemplo del caballero y el zapatero y la actitud de don Juan Manuel frente a su obra?

6. Señala las tres partes que componen el texto.

7. Subraya las conjunciones que sirven para unir las oraciones.

8. Compara la actitud que tiene Alfonso X respecto a sus obras con la de don Juan Manuel.

 

Por ende, yo, don Johan, fijo del infante don Manuel, adelantado mayor de la frontera et del regno de Murçia, fiz este libro compuesto de las más apuestas palabras que yo pude, et entre las palabras entremetí algunos exiemplos de que se podrían aprovechar los que los oyeren. Et esto fiz segund la manera que fazen los físicos, que quando quieren fazer alguna melizina que aproveche al fígado, por razón que naturalmente el fígado se paga de las cosas dulçes, mezclan con aquella melezina que quieren melezinar el fígado açúcar o miel o alguna cosa dulçe; et por el pagamiento que el fígado a de la cosa dulçe, en tirándola para sí, lieva con ella la melezina quel’ a de aprovechar.

Et esso mismo fazen a cualquier miembro que aya mester alguna melezina, que sienpre la dan con alguna cosa que naturalmente aquel mienbro la aya de tirar a sí.

Et a esta semejança, con la merçed de Dios, será fecho este libro, et los que lo leyeren si por su voluntad tomaren plazer de las cosas provechosas que ý fallaren, será bien; et aun los que lo tan bien non entendieren, non podrán escusar que, en leyendo el libro, por las palabras falagueras et apuestas que en él fallarán, que non ayan a leer las cosas aprovechosas que son ý mezcladas, et

Aunque ellos non lo deseen, aprovecharse han dellas, así commo el fígado e tlos otros mienbros dichos se aprovechan de las melezinas que son mezcladas con als cosas de que ellos se pagan.

 

Por ende: por eso

Adelantado mayor: cargo que equivale al de gobernador.

Apuestas: bellas, elegantes

Entremetí: puse en medio, inserté

Físicos: médicos

Melizina: medicina

Se paga: gusta

En tirándola para sí: al tragarla

Y: allí, en el libro

Escusar: evitar

Falagueras: cautivadoras, seductoras

 

Actividades

-       ¿Qué parte de su libro equivale a lo dulce de la medicina?

-       ¿Cuál es la parte que tiene efectos curativos?

 

De lo que aconteció a una muger que dezién Truhana

Otra vez fablava el conde Lucanor con Patronio en esta guisa:

--Patronio, un omne me dixo una razón(2) et amostróme la manera cómmo podría seer. Et bien vos digo que tantas maneras de aprovechamiento ha en ella que, si Dios quiere que se faga assí commo me él dixo, que sería mucho mi pro: ca tantas cosas son que nasçen las unas de las otras, que al cabo es muy grant fecho además.

Et contó a Patronio la manera cómmo podría seer. Desque Patronio entendió aquellas razones, respondió al conde en esta manera:

--Señor conde Lucanor, siempre oyà dezir que era buen seso atenerse omne a las cosas çiertas et non a las [vanas] fuzas,(3) ca muchas vezes a los que se atienen a las fuzas, contésçeles lo que contesçió a doña Truana.

Et el conde preguntó cómmo fuera aquello.

--Señor conde --dixo Patronio--, una muger fue que avié nombre doña Truana et era asaz más pobre que rica; et un dia yva al mercado et levava una olla de miel en la cabeça. Et yendo por el camino, començó a cuydar que vendría(4) aquella olla de miel et que compraría una partida de huevos, et de aquellos huevos nazçirían gallinas et después, de aquellos dineros que valdrían, compraría ovejas, et assí [fue] comprando de las ganancias que faría, que fallóse por más rica que ninguna de sus vezinas.

Et con aquella riqueza que ella cuydava que avía, asmó(5) cómmo casaría sus fijos et sus fijas, et cómmo yría aguardada(6) por la calle con yernos et con nueras et cómmo dizían por ella cómmo fuera de buena ventura en llegar a tan grant riqueza, seyendo tan pobre commo solía seer.

Et pensando en esto començó a reyr con grand plazer que avía de la su buena andança, (7) et, en riendo, dio con la mano en su fruente, (8) et entonçe cayol la olla de la miel en tierra, et quebróse. Quando vio la olla quebrada, començó a fazer muy grant duelo, toviendo (9) que avía perdido todo lo que cuydava que avría si la olla non le quebrara. Et porque puso todo su pensamiento por fuza vana, non se fizo al cabo nada de lo que ella cuydava.

Et vós, señor conde, si queredes que lo que vos dixieren et lo que vós cuydardes sea todo cosa çierta, cred et cuydat sienpre todas cosas tales que sean aguisadas (10) et non fuzas dubdosas et vanas. Et si las quisierdes provar, guardatvos que non aventuredes, nin pongades de lo vuestro cosa de que vos sintades por fiuza de la pro de lo que non sodes çierto.

Al conde plogo de lo que Patronio le dixo, et fízolo assí et fallóse ende bien.

Et porque don Iohan se pagó este exienplo, fízolo poner en este libro et fizo estos viessos:

A las cosas çiertas vos comendat(11) et las fuyzas vanas dexat.

 

(1) Fábula de origen oriental (Panchatantra), difundida a partir del Calila e Dimna, colección traducida al castellano, según parece, por mandato del entonces príncipe Alfonso, más tarde Alfonso X el Sabio.
El relato tiene como tema central los "castillos" en el aire o las ilusiones desmedidas. La moralidad que de él extrae don Juan Manuel está anticipada: "E porque puso todo su pensamiento por fuza vana, non se fizo al cabo nada de lo que ella cuidava".

(2) Razón: asunto. También dicho.


(3) Fuzas: confianza, esperanza. Del latín fiducia. Existió también la forma fuizia"


(4) Vendría: vendería. Forma contracta.


(5) Asmó: consideró, estimó.


(6) Aguardada: acompañada.


(7) La su buena andança: fortuna, suerte.


(8) Fruente: frente.


(9) Toviendo: pensando, teniendo para sí.


(10) Aguisadas: razonables.


(11) Comendat: encomendad.

 

 

 

Actividades

¿Cuál es el consejo que da Patronio al conde Lucanor?

¿Quién es Truhana? ¿En qué situación se encuentra?

¿Qué es lo que imagina Truhana?

¿Por qué se le cae el recipiente de miel? ¿Cuál es el resultado de que se rompa la olla

¿Qué dicen los versos del final?

¿Conoces otros proverbios o frases hechas que digan lo mismo que los versos del final?