HISTORIA DEL LATÍN

 

La expansión de una de las ramas de la familia indoeuropea, en Italia, en la región del Lacio, originó el latín, lengua plenamente asentada en el siglo III a. C., el uso de la cual se extendió por todo el Imperio romano y que se habló hasta la formación de las lenguas que se derivaron. 

La época de más esplendor del latín como lengua literaria fue el siglo I a. C., siglo en el cual se escribieron los principales autores que aún se estudian actualmente: Cicerón en la oratoria, Catulo, Virgilio, Horacio y Ovidio en poesía, y César, Salustio y Titos Livio en historia; es la época del latín clásico. 

Posteriormente, cuando se aceptó el cristianismo y se impuso como la religión oficial, el latín fue la lengua que adoptó la Iglesia, este hecho aseguró su mantenimiento.

El latín culto se mantuvo como la lengua escrita durante toda la Edad media, y durante el Renacimiento se revitalizó de una manera extraordinaria; se enseñaba en el colegio y los autores escribían los tratados y se comunicaban entre ellos en latín, independientemente de cuál fuese la lengua propia de cada uno de ellos.  

 

EXPANSIÓN

 

Hasta allá donde llegó el Imperio romano, llegó también su lengua, que se impuso en todos los territorios conquistados, aunque en unos con más intensidad que en otros. 

El latín hablado que se extendió por todo el Imperio era el latín vulgar, el que hablaban los comerciantes, los soldados y el pueblo, mientras que el latín culto quedaba restringido a las clases superiores y al uso literario y oficial.  

El latín culto se mantuvo igual en todos los lugares, pero el latín vulgar se diferenciaba mucho de unos regiones a otras, la distancia geográfica y la desaparición del Imperio hicieron que estas diferencias se agrandaran.

Cuando los pueblos bárbaros invadieron el Imperio en los siglos IV y V d. C., la lengua se mantuvo en los territorios más romanizados y los invasores la asumieron como propia; en esta situación estaban la península itálica, Hispania y Galia. 

En las regiones menos romanizadas, los invasores impusieron su lengua y el latín desapareció como lengua hablada: esa es el caso de los pueblos de la Europa central. Grecia seguía conservando su lengua, el griego, que había gozado de un gran prestigio en Roma y el Oriente y había estado conocido y utilizado por la clase culta del Imperio. 

Durante la Edad media, los territorios que pertenecían al antiguo Imperio romano y que habían sido más romanizados se fragmentaron y constituyeron reinos separados con poderes propios y en los cuales la lengua evolucionó de manera diferente hasta dar lugar a lenguas diferentes, aunque tenían un mismo punto de partida.

 

EL LÉXICO CATALÁN Y SU ORIGEN EN LATÍN

 

Muchas palabras que utilizamos actualmente provienen de diferentes lenguas como el árabe (xarop, alfàbrega...), el griego (anorèxia, antologia, clima...) el celta (camí, cervesa, vassall...). Los pueblos que hablaban estas lenguas tuvieron una importancia desigual en nuestra cultura, pero gran parte de nuestro léxico tiene el origen en latín, fundamentalmente a través de las palabras patrimoniales (vulgarismos) y de los cultismos. 

 

1. Palabras patrimoniales:

son palabras que pervivieron desde la romanización de la Península. Eran las que utilizaba el pueblo y padecieron los cambios fonéticos derivados de este tipo de uso permanenente. Es el caso de muchísimos términos como pueblo, dedo o hijo, que vienen de las palabras latinas populum, digitum, filium.

Las reglas por las cuales se rigen estos cambios no son las mismas para todas las lenguas románicas, cada una tiene las suyas y esta es la causa entre otras, que del latín hayan derivado diversas lenguas. 

2. Cultismos:

son un grupo muy numeroso de palabras que también provienen del latín, pero fueron incorporadas siglos más tarde y no desde el latín vulgar  hablado, sino del latín escrito y ligados a un uso culto. 

En este grupo hallamos, entre otras muchas palabras, popular, digital o filial, que provienen de las mismas palabras anteriores populum, digitum, filium. La transformación fonética y semántica de estas palabras ha sido mucho menor y son muy parecidas a las latinas, de las cuales se derivaron en todas las épocas, pero fundamentalmente desde el Renacimiento. 

Los semicultismos son los cultismos que han experimentado alguna evolución.

Es frecuente que una misma palabra latina haya originado una palabra patrimonial y una palabra culta, como es el caso de miraculu, de la cual proviene mirall y miracle, o collocare, de la cual provienen colgar y col·locar, a este hecho se le llama doblete. 

3. Latinismos:

hay préstamos lingüísticos directamente del latín y usados en nuestra lengua tal y como lo hacían servir los latinos. Ejemplo: in albis (en blanco)

 

Actividad

Busca 10 latinismos que te llamen la atención y apréndetelos. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 PÁGINAS WEB

 

 http://aliso.pntic.mec.es/agalle17/rec_cultclas2.htm

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1.LA MUJER GRIEGA

 

La mujer griega tenía encomendada una función primordial: la reproducción de hijos que perpetuasen el culto familiar. 

Su papel en la sociedad era secundario. Se la excluía del mundo masculino y la en cerraban en el gineceo (una habitación para el sexo femenino, de la cual no salía excepto para participar de alguna fiesta religiosa.)

De la escasa educación que recibían se ocupaban la madre, la abuela y la criada, que le enseñaban tareas domésticas: cocinar, tejer, bordar o hilar la lana. 

Eran muy pocas las mujeres que tenían conocimiento de cálculo, lectura y música. 

Después de la guerra del Peloponés, la mujer gozó de más libertad. 

 

1.1Mujeres con personalidad

 

- Las mujeres espartanas: no se quedaban recluidas en casa. Podían ir a fiestas públicas y asistir a los Juegos olímpicos, aunque no podían participar en ellos. 

- Las poetas griegas: en la isla de Lesbos hubo una escuela destinada a las jóvenes mujeres aristocráticas, en la que se estudiaba música, canto, danza... Fue una escuela de gran prestigio, y entre las alumnas destacó Safo, que escribió una poesía llena de sensibilidad y feminidad. 

- Las mujeres legendarias: se conocen gracias a la literatura griega. Helena de Troya, Penélope, las Amazonas, Andrómaca, Lisístrata. Se han hecho famosas por la lucha contra el papel de la mujer en la antigüedad. 

 

1.2 Las mujeres en segunda plano

Las heteras: (compañeras). Acompañaban a los hombres en las reuniones a cambio de dinero. 

Las concubinas: era muy frecuente la relación de los hombres con las concubinas o amantes estables, incluso se podían quedar en casa y los hijos de su relación podían ser reconocidos, aunque siempre por detrás de los hijos legítimos.